Quiero ser “profe” de meditación

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Meditar está más de moda que nunca. Todo aquello que se encuentre relacionado con el bienestar emocional y la salud mental, se tiene cada vez más en cuenta. Algo que no es de extrañar, dado que un buen estado de salud emocional y mental, conlleva un buen estado se salud en general. La manera en la que vemos, vivimos y sentimos las cosas y situaciones que nos rodean, es esencial a la hora de evitar que surjan todo tipo de conflictos internos. Si todos practicásemos meditación o realizáramos un poquito de introspección y reflexionáramos a diario, otro gallo cantaría. La paz mental debería ser el objetivo de todos.

Sin embargo, lejos de esa anhelada utopía, nos encontramos inmersos en una sociedad que se mueve continuamente sin pararse a pensar demasiado. No se piensa ni se tienen en cuenta ni emociones, ni sensaciones; como para pensar en pararse a pensar. Por otro lado, tenemos a una gran parte de la población demandando la manera de cambiar esas formas de vida tan estresantes, apuntándose al carro de la meditación y, sobre todo el mindfulness, esa suerte de meditación instantánea. Justo en este punto de inflexión, encontramos una oportunidad, de negocio y una salida laboral emergente y con gran demanda de profesionales. Cada vez es mayor el número de personas interesadas en convertirse en profesores, monitores o instructores e meditación.

Es posible que más de uno se pregunte como se hace para convertirse en un profesional de la meditación. Para ello, hay que olvidar esa imagen de budista con túnica o toga, cabeza afeitada y estado zen perpetuo. La imagen del maestro de meditación o mindfulness actual, dista mucho de esa idea preconcebida. Si bien es cierto que ningún “profe” de meditación va a impartir sus sesiones vestido con traje y corbata o con un vestido digno de la pasarela Cibeles. Basta con entrar en lugares especializados como la Escuela de Crecimiento para obtener la capacitación como instructor de meditación o participar en sesiones de meditación con verdaderos profesionales en la materia.

Maestro de mindfulness

Dentro del maravilloso mundo de la meditación, una de las tipologías más aceptadas y practicadas en la actualidad, es el mindfulness. Promover la atención plena en el momento presente es la finalidad de esta meditación instantánea que reporta bienestar mental y emocional a quien lo práctica. Si te gusta la práctica de esta forma de reflexión y meditación y te gustaría ayudar a otros a realizarla, puedes convertirse en un instructor de mindfulness y hacer posible que tus alumnos aprendan a satisfacer esa necesidad de prestar plena atención al momento actual.

Para ello, hay que saber el tipo de conocimientos y habilidades necesarios de los que hay que disponer a nivel personal, con la finalidad de adquirir las necesarias para poder impartir este tipo de enseñanza tan satisfactorias a otros. Lógicamente, para enseñar mindfulness hay que practicar mindfulness y, cuando hablamos de este tipo de meditación, podemos extrapolarlo a cualquier disciplina. Es decir, lo que sirve para convertirse en instructor de mindfulness, sirve para ser profesor de meditación, cada uno con sus propias cualidades y particularidades.

Las cualidades necesarias con las que debe contar una persona que desee convertirse en profesor o instructor de mindfulness, pasan  por ser paciente, tener empatía y ser feliz promoviendo el bienestar. A parte de adquirir otra serie de competencias, como por ejemplo, saber que es el mindfulness y, por supuesto, saber explicar en qué consiste.

Lo primero de todo es comprender esta disciplina. No es raro encontrarse con la confusión de entre meditación y mindfulness. Ambas son especialidades o disciplinas distintas, aunque similares y con aspectos en común. El mindfulness se define a sí mismo como una filosofía de vida en la que se incluye la meditación. Aunque la meditación no incluye el mindfulness ni tiene porque estar vinculada a su práctica.

Sabiendo esto, podemos decir que esta filosofía de vida, se fundamenta en el concepto de la atención plena. Esta práctica que, requiere mucha práctica, busca concentrarse en el presente, en lo que sucede en el momento y aceptarlo sin juzgar ni intentar cambiarlo. Aunque a priori, parece algo muy sencillo de hacer, la realidad nos dice lo contrario, conlleva y supone un gran esfuerzo para los principiantes o aquellos que desean iniciarse en la filosofía mindfulness. Si te conviertes en instructor de esta disciplina, hay que tener siempre presente, a la hora de impartir las clases que en tus inicios tuviste problemas de concentración, por lo que la paciencia es fundamental para el instructor.

Dada la dificultad de aprender a prestar atención a lo que se hace, se vive o se siente en el momento en el que se hace, vive o siente, la necesidad de instructores adecuadamente formados, es cada vez mayor, debido a que cada vez, existen más personas interesadas en adentrarse en esta filosofía de vida. A continuación, detallaremos las aptitudes necesarias para convertirse en un profesional capaz de enseñar a otros. Tanto las aptitudes personales como las profesionales deben ser tenidas en cuenta a la hora de tomar la decisión para convertirse en un verdadero instructor de mindfulness.

Aptitud, siempre aptitud

Efectivamente, la aptitud es esencial. A esa predisposición de aprender y enseñar, enseñar y aprender, hay que sumarle otra serie de aptitudes necesarias para poder desarrollar esa capacidad de enseñanza. Dentro de la lista, debemos encontrar la capacidad de empatía, tan necesaria para poder armonizar con la persona y entenderla. Transmitir calma y serenidad es otra de las aptitudes que hacen posible convertirse en un buen profesional del mindfulness. Por supuesto, es indispensable sentir interés por el mindfulness y todo lo que conlleva, al tiempo que se participa de forma activa en todo tipo de actividades relacionadas con el mindfulness.

Por otro lado, es necesario adquirir conocimientos sobre las técnicas de meditación existentes. Entender el contexto de cada persona para poder adaptar las prácticas a sus necesidades. Poseer un buen control emocional y ser paciente, además de contar con una buena capacidad para realizar una buena y adecuada comunicación.

Si se poseen todas estas aptitudes y habilidades, lo más posible es que te conviertas en un buen instructor de mindfulness. La función principal de los instructores, no es otra que la de ayudar a los demás a practicar la atención plena. Para lograrlo, enseña a controlar la respiración, las emociones y la postura durante el tiempo que dure cada sesión.

Un profesor de mindfulness debe ser perfectamente capa de propiciar un espacio y ambiente relajado, en el que predomine la serenidad, para que todo esto contribuya a que la persona pueda lograr su objetivo: alcanzar la plena consciencia. Durante cada sesión, el instructor, orienta a cada persona, organiza las actividades y planifica los diferentes programas, con la finalidad de promover el máximo aprendizaje de una disciplina tan completa como el mindfulness.

En los aspectos y cuestiones académicos necesarios para convertirse en un buen instructor, las opciones son diversas. Las diferentes escuelas de bienestar, como la citada anteriormente, ofrece cursos de especialización para convertirse en todo un experto y profesional del mindfulness. Además de proporcionar todos los conocimientos necesarios sobre la práctica de la meditación. De tal manera que durante la realización de un curso como profesional del mindfulness se adquieren competencias tales como la importancia de las emociones en las personas. Que es y que técnicas se utilizan para potenciar la inteligencia emocional. Los orígenes del mindfulness. De qué manera funciona la relajación en el mindfulness y las técnicas cognitivas y de autocontrol que hacen posible un buen manejo de las emociones para evitar la inestabilidad emocional.

Aparte de todo esto, la capacitación, permite comprender y entender de donde procede el estrés y cuáles son sus formas de manifestación. No en vano, el estrés es una de las cuestiones más preocupante de la sociedad actual que vive estresada en gran medida. De ahí que la práctica del mindfulness se haya disparado y se haya convertido en una de las disciplinas más adoptadas. El estrés al que estamos sometidos en nuestro día a día, hace necesario tener que recurrir a técnicas de relajación para que no se nos vaya demasiado la cabeza y caigamos en problemas de salud mental de mayor gravedad e importancia.

Cabe señalar, antes de  finalizar este artículo que, para convertirse en instructor de meditación no existe una titulación reglada que se imparta en una universidad. Sin embargo, existen varias instituciones que ofrecen a los interesados la formación necesaria para convertirse en profesor de meditación. Dichas instituciones cuentan con el reconocimiento necesario en diversos países.

A la hora de buscar empleo como instructor de meditación, es necesario cumplir con los requisitos básicos, como disponer de la información teórica necesaria sobre meditación, conciencia plena y campos o materias relacionadas, como la anatomía o fisiología. Disponer de certificaciones obtenidos tras la realización de los cursos, talleres o másteres realizados y, por supuesto, contar con la experiencia necesaria a nivel práctico para poder impartir las enseñanzas requeridas.

En definitiva, convertirse en un instructor de mindfulness, requiere del tiempo necesario para formarse a nivel personal y adquirir las habilidades y competencias necesarias que se desarrollan con la práctica diaria y la adquisición de los conocimientos teóricos necesarios.

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