El teléfono móvil nos une con otras personas desde cualquier parte, pero también puede alejarnos de la pareja. Según el informe We Are Social de Hootsuite el 93,6% de los españoles accede a la red a través de dispositivos móviles.
«Disponemos de poco tiempo libre de calidad para dedicarnos el uno al otro y el móvil ha llegado para quitarnos aún más. Cada vez son más las parejas que me cuentan en consulta que el móvil es un elemento problemático en la relación; faltas de respeto con el uso del móvil, falta de comunicación, falta de tiempo, celos e inseguridades con respecto a las redes sociales…» explica Eva Ortiz, psicóloga y coach.
Las notificaciones puede distraer de la conversación con la otra persona. «WhatsApp es la red social más utilizada por casi el 90% de los usuarios de Internet. Tenemos muchísimas notificaciones diarias que interrumpen nuestras conversaciones, nuestros momentos…aunque también YouTube, Facebook, Instagram y los juegos online se llevan gran parte de nuestro tiempo y atención por su accesibilidad», dice la experta.
Si el móvil se convierte en un problema, lo mejor es que uno de los miembros de la pareja expliqué su malestar. Se recomienda llegar a un acuerdo para que los dos se sientan cómodos.
Es importante comunicarlo de manera asertiva y establecer unos límites en el uso de la tecnología. Si uno de los miembros de la pareja siente que el móvil afecta negativamente a la relación «es importante saber comunicarlo de manera asertiva, no desde la recriminación o de manera negativa. Intenta expresar a tu pareja cómo te hace sentir para que empatice contigo y tenga en cuenta tus necesidades, y, sobre todo, pon límites cuando consideres que no se respetan las normas establecidas para que no se normalice un uso inadecuado del móvil y que éste perjudique la relación», comenta Eva.
Si tu pareja te expresa que el móvil perjudica la relación, puedes reflexionar sobre por qué ha sucedido.
En el estudio ‘Los adolescentes y la tecnología’, elaborado por el Instituto de Estudios sobre la Familia (IFS) de EE.UU., informa que el 15% de los progenitores de adolescentes utilizan sus teléfonos «casi constantemente» durante las conversaciones, comidas o eventos familiares.
«Y cada vez hay más pruebas de que nuestras relaciones más cercanas e importantes, como el matrimonio y relaciones de pareja, están sufriendo las consecuencias», declaran los autores del estudio, Wendy Wang y Michael Toscano.
Estos investigadores del IFS, en su estudio ‘A mayor scroll, más problemas conyugales’. En esta investigación participaron 2.000 parejas casadas de entre 18 y 55 años.
El 37% de los estadounidenses casados afirma que su cónyuge está a menudo con el teléfono. El 44% de las parejas con ingresos más bajos indica que su cónyuge se distrae con el móvil, frente al 31% de las parejas con ingresos más altos.
Las parejas más jóvenes son más propensas a utilizar el teléfono en casa: el 44% de los casados menores de 35 años dice que su cónyuge habla demasiado por teléfono, frente al 34% de los que tienen entre 35 y 55 años.
Los adultos casados sin estudios universitarios son más propensos que quienes tienen estudios superiores a distraerse con el móvil (39% frente a 34%). Sin embargo, no hay diferencias significativas entre hombres y mujeres.
El uso excesivo del teléfono por parte del cónyuge provoca frustraciones y divorcios. El 26% de las parejas que carecen de control sobre sus dispositivos afirman que su matrimonio puede acabar en divorcio en un futuro próximo o lejano.
Entre los casados que no tienen problemas, sólo el 7% dice ser pesimista sobre su relación.
Las parejas que son más propensas a utilizar el móvil tienen un 70% menos de probabilidades de estar muy contentas con su matrimonio y la probabilidad de un futuro divorcio percibido es cuatro veces mayor.
Además, las parejas que tienen problemas con el teléfono tienen menos sexo y menos citas. El estudio revela que solo el 44% tienen relaciones sexuales una vez a la semana y un 23% no las ha tenido en los últimos doce meses.
El 58% de estas parejas afirman que no tienen citas o que las tienen pocas veces al año, en comparación con el 48% de las que no tienen problemas con el teléfono.
«Es difícil determinar con certeza si el uso excesivo del teléfono es el culpable de los problemas matrimoniales, dado que la adicción puede ser indicador de un matrimonio ya infeliz. Los cónyuges infelices pueden recurrir al móvil para evadirse y evitar la comunicación con su pareja», dicen Wendy Wang y Michael Toscano.
«Por otra parte -continúan-, los teléfonos inteligentes están diseñados para crear adicción. Lo más probable es que las dificultades matrimoniales y la adicción a los smartphones se refuercen mutuamente y que los problemas de pareja subyacentes se agraven hasta el punto de ruptura y sea casi imposible abordarlos», añaden
Los investigadores están preocupados por las parejas con menores ingresos. «Como sabemos, los matrimonios ya son más frágiles para estas parejas y la tasa de nupcialidad es mucho más baja entre los estadounidenses de clase trabajadora. La tensión añadida de la adicción al teléfono agrava aún más la fragilidad de estas uniones», comentan.
«La adicción a los teléfonos inteligentes priva a las parejas de la oportunidad de dedicarse tiempo el uno al otro. En un entorno social tan frágil, los cónyuges soportan una mayor carga psicológica y relacional. Por lo tanto, la adicción a un dispositivo es una vía para el fracaso y, como hemos visto, para el divorcio», concluyen.
En la actualidad las redes sociales aportan pruebas para romper el matrimonio. El Mundo informa que «Facebook se ha convertido en la principal fuente de pruebas del 20% de los divorcios de Estado Unidos».
Lo mejor es contar con un abogado experto en Derecho de Familia, para resolver los problemas que pueden surgir en la separación y para que los miembros de la pareja conozcan sus derechos.
Desde Despacho de Abogados Calero García, especializados en Derecho de Familia, han recopilado los siguientes consejos para elegir un buen abogado:
-Experiencia: es fundamental que el abogado tenga experiencia y que esté especializado en Derecho de Familia.
-Confianza: es muy importante la confianza, porque le aportarás información personal sobre el conflicto laboral y los procesos judiciales son complicados.
-Reputación: es recomendable contratar a un abogado del que sus clientes hablen bien.
-Ubicación: contrata un abogado en tu ciudad o donde se vaya a celebrar el juicio.
-Buenas dotes de comunicación: que tenga capacidad de saber explicar con claridad los argumentos y las pruebas que se expongan.
-Tiene que gustarle la profesión: le tiene que gustar lo que hace, para conseguir resultados favorables.
-Capacidad de persuasión: si cliente no comprende la situación, el abogado puede conseguir con razones y argumentos que la persona piense de otra manera.
A continuación, te explicamos los tipos de divorcio:
–Divorcio contencioso: No existe acuerdo entre ellos y cada uno deberá contar con su propio abogado.
–Divorcio express: Es un divorcio muy rápido y se produce de manera casi inmediata. Además, la pareja puede contratar al mismo abogado.
–Divorcio de mutuo acuerdo: La pareja explica en un documento escrito el acuerdo y también puede utilizar los servicios de un mismo abogado.
Es recomendable buscar un profesional con experiencia y que haya llevado otros casos de divorcios. El especialista crea un convenio regulador que resulte beneficioso para ambas partes.
Además, transmite tranquilidad y tiene la capacidad de hablar en público delante de un juez.
El desconocimiento de muchos temas legales nos perjudican, por eso es recomendable tener apoyo y ayuda de un abogado experto en Derecho de Familia.