Guía de materiales y estilos para la encimera de tu casa

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Reformar la cocina puede parecer una buena idea hasta que llega el momento de tomar decisiones concretas. Ahí es cuando empieza el caos: ¿muebles en brillo o en mate?, ¿tiradores sí o no?, ¿piedra o madera? Pero si hay una parte que de verdad bloquea a todo el mundo, es la encimera.

No hablamos solo de estética. La encimera influye en cómo usas la cocina cada día, en cuánto tiempo vas a invertir en mantenerla bien y en cuántos años te va a durar sin agobios. Aun así, mucha gente elige guiándose solo por una imagen bonita o por lo que ha visto en casa de otro. Y luego llegan las quejas.

Es normal sentirse perdido. Hay demasiadas opciones, muchos estilos distintos y materiales que, a simple vista, parecen iguales, pero no lo son. Por eso viene bien parar un momento, tener información clara y pensar en lo que realmente necesitas tú, en tu casa, con tus rutinas.

 

El primer error: pensar solo en lo bonito

Cuando se empieza a mirar encimeras, es muy fácil dejarse llevar por lo visual. Ves una foto con una encimera blanca con vetas grises y piensas que eso es justo lo que quieres. Pero lo que no se ve en la foto es si esa encimera se mancha con facilidad, si se raya al cortar algo directamente, o si aguanta bien el calor cuando apoyas una olla caliente sin querer.

Antes de elegir un material o un color porque te parece bonito, conviene pararte un momento y pensar en cómo es tu día a día. ¿Cocinas mucho o solo usas la cocina para calentar cosas? ¿Sueles dejar objetos pesados encima? ¿Tienes niños? ¿Te molesta ver migas o manchas? Todo eso tiene más peso del que parece a la hora de acertar con el material.

La encimera es la parte que más sufre en una cocina. Está expuesta al calor, a la humedad, a los golpes, al uso constante. Por eso, por muy bonita que sea una superficie, si no va bien con tus hábitos, acabarás cansándote de ella o teniendo que cambiarla antes de lo que pensabas.

 

Qué materiales hay y qué puedes esperar de cada uno

Alfa Interiorismo, una de las principales empresas de construcción y reformas en La Costa Blanca, nos ha dejado un interesante listado con los materiales más comunes. No están todos, pero si los más usados.

  1. Cuarzo compacto (tipo Silestone, Compac, etc.):
    Es uno de los materiales más comunes. Está hecho con una mezcla de cuarzo natural y resinas. Tiene mucha variedad de colores y acabados, y es bastante resistente a los golpes, no es poroso y se limpia bien. Lo malo es que no aguanta bien el calor: si dejas una sartén caliente encima, puede dejar marca. Es una opción segura si te preocupa la limpieza y quieres que la encimera dure muchos años sin dar guerra.
  2. Porcelánico (tipo Dekton, Neolith):
    Cada vez se usa más. Es una superficie ultracompacta que resiste muy bien el calor, los rayones y los productos químicos. Es ideal si cocinas a menudo o te gusta tener una cocina casi de estilo profesional. El único pero es que puede resultar un poco más frío visualmente, y en algunos acabados se notan más las manchas. Pero si buscas algo que aguante lo que le eches, es una opción muy sólida.
  3. Granito:
    Es una piedra natural. Tiene un aspecto muy particular, con vetas y tonos únicos. Resiste bien el calor y los golpes, pero necesita algo más de mantenimiento, sobre todo si eliges un granito claro. A algunas personas les parece algo pasado de moda, pero depende mucho del tipo que elijas. Si te va lo natural y no te importa cuidar un poco más la superficie, es buena idea.
  4. Madera maciza:
    Queda genial en cocinas de estilo más cálido o tipo rústico. Pero hay que tener en cuenta que la madera necesita mantenimiento. Hay que protegerla con aceites especiales y evitar que se empape de agua. No es la más práctica para quien no quiere complicaciones, pero sí aporta una calidez que otros materiales no dan.
  5. Laminado (formica):
    Es la opción más económica. En cocinas de uso puntual o de segundas viviendas puede funcionar. Viene en muchos acabados imitando piedra, madera, etc. No resiste demasiado bien el calor ni los rayones, pero cumple su función si no se exige demasiado.
  6. Acero inoxidable:
    Se ve mucho en cocinas industriales. Es resistente, higiénico y aguanta todo, pero se raya con facilidad y no todo el mundo lleva bien su aspecto tan frío. En viviendas particulares, se usa más como complemento que como encimera principal.

 

La importancia del color y del acabado

Más allá del material, hay que tener en cuenta el color y el acabado. No es lo mismo una encimera brillante que una mate. Las brillantes reflejan más la luz, pueden hacer que la cocina parezca más grande, pero también muestran más las huellas. Las mates disimulan mejor las marcas, pero pueden parecer más apagadas según cómo sea la iluminación.

Los tonos claros hacen que la cocina parezca más limpia y luminosa. Funcionan muy bien en espacios pequeños o con poca luz natural. Los tonos oscuros dan un punto más elegante, pero también se nota más el polvo o los restos. Hay que valorar esto con calma, sobre todo si eres de los que no soportan ver la mínima mancha en la encimera.

Otro detalle es si el material tiene o no veta. Hay quien quiere que la encimera sea completamente lisa y uniforme, y quien prefiere una veta marcada que le dé un poco más de personalidad. Esto va a gusto, pero ten en cuenta que las vetas muy marcadas pueden llegar a cansar con el tiempo si el resto de la cocina también es recargado.

 

Cómo saber qué estilo encaja contigo

Antes que nada, deberías hacerte una serie de preguntas a ti mismo:

  • ¿Te gusta que todo esté muy limpio visualmente o prefieres algo con más textura?
  • ¿Quieres una cocina que parezca moderna o prefieres algo más atemporal?
  • ¿Te importa tener que hacer un poco más de mantenimiento si el resultado te gusta más?
  • ¿Tu casa tiene ya un estilo definido o estás empezando desde cero?

Si la respuesta a casi todo es que buscas algo práctico y sin complicaciones, lo tuyo puede ser el cuarzo o el porcelánico en tonos neutros. Si te gusta que la cocina tenga personalidad propia, puedes irte a una piedra con veta marcada, a una madera tratada o a un granito distinto. Y si lo que quieres es algo rompedor, entonces puedes atreverte con colores más intensos o superficies menos comunes.

Lo ideal es que elijas una encimera que no solo te guste hoy, sino que siga pareciéndote buena elección dentro de unos años. No te dejes llevar solo por lo que está de moda ahora. Intenta pensar en cómo vives tú la cocina y qué es lo que te hace sentir cómodo.

 

Tendencias actuales sin obsesionarse

Está bien saber lo que se lleva, pero tampoco hace falta que tu cocina parezca una tienda de decoración. Ahora mismo se ven muchas cocinas con encimeras en tonos piedra, beige, arena… También vuelve el mármol en sus versiones más modernas, con vetas suaves y fondos claros. El negro y el gris oscuro también tienen su momento, sobre todo en cocinas con muebles blancos o de madera clara.

También está de moda combinar materiales. Por ejemplo, una parte de la cocina con encimera de piedra y otra de madera. O usar un mismo material, pero en distintos tonos. Este tipo de mezclas puede quedar muy bien si se hace con coherencia, pero puede ser un lío si no tienes clara la idea general.

En cualquier caso, lo que más se busca últimamente es que la cocina no parezca solo una cocina, sino una parte más de la casa. Por eso se tiende a ocultar electrodomésticos, a usar muebles sin tiradores, y a integrar el diseño lo máximo posible. La encimera, en este contexto, no puede ser un pegote: tiene que sumar.

 

Qué tener en cuenta antes de decidir

Antes de lanzarte a comprar una encimera, te recomiendo tener estas cosas claras:

  • Medidas exactas del espacio.
  • Cuánto uso le vas a dar.
  • Qué tipo de mantenimiento estás dispuesto a hacer.
  • Qué estilo tiene el resto de la cocina y de la casa.
  • Qué presupuesto tienes disponible.

A partir de ahí, puedes empezar a mirar opciones reales. Si tienes oportunidad, ve a ver muestras físicas. Tocar los materiales, ver cómo se comportan con la luz de verdad (no en una pantalla), compararlos uno al lado del otro. A veces, la encimera que más te gustaba en foto no te convence en directo, y viceversa.

 

No te agobies, es normal no tenerlo claro

Elegir una encimera puede parecer una tontería, pero cuando estás en medio de una reforma te das cuenta de que no lo es. Es una decisión que afecta al aspecto de toda la cocina, que influye en cómo vas a usarla, y que no se cambia con facilidad. Así que es normal que te cueste.

Hay gente que lo tiene clarísimo desde el primer momento, pero la mayoría duda. Y eso no tiene nada de malo. Tómate tu tiempo, pregunta, compara. Y, sobre todo, no elijas algo solo porque a todo el mundo le gusta. Elige lo que te encaje a ti.

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