La salud dental avanza hacia la especialización, lo cual es bueno para resolver de manera más eficaz los problemas y dolencias que podemos sufrir en los dientes. Sin embargo, las clínicas dentales deben cubrir la mayor parte posible de las especialidades para prestar una asistencia sanitaria más completa a sus pacientes.
Imagínate que visitas a tu dentista de cabecera, al que llevas acudiendo durante años, y al que llevas a toda a tu familia, y descubren que padeces bruxismo nocturno, con el consiguiente desgaste de los dientes que conlleva esta enfermedad. Y tu dentista te dice que no te lo puede resolver.
A ti te mete en un berenjenal. De repente te tienes que poner a buscar en la ciudad una clínica dental que trate el bruxismo. Si esa clínica es eficiente y te soluciona el problema, es probable que acudas a ella para cualquier dolencia dental que se te presente. Tu dentista habitual te ha perdido como un cliente habitual.
El nivel de especialización que se está produciendo en la salud bucal, está haciendo que las clínicas dentales se conviertan en centros de salud, donde comparten espacio especialistas de distintas ramas de la odontología. Tu dentista general, el que te atiende en la mayoría de las ocasiones, puede derivarte a un compañero del centro si necesitas colocarte un implante o si percibe que es necesario someterte a un tratamiento de ortodoncia.
Los dentistas de la Clínica Dental Sánchez Arránz, una clínica dental de Burgos con más de 20 años de experiencia en la colocación de implantes dentales y estética dental, defienden que el enfoque multidisciplinar es primordial para prestar una asistencia sanitaria dental de calidad a la comunidad.
Como consecuencia de ello, las clínicas dentales tienden a transformarse en pequeños hospitales especializados en la salud dental. En coherencia con este planteamiento, estas son algunas de las especialidades que debería tener toda clínica dental.
La prevención.
Más que una rama de la salud dental, la medicina preventiva es una escuela dentro del campo de la salud. Una filosofía de actuación. En el terreno de la salud dental ha dado lugar a la odontología preventiva.
Su planteamiento es sencillo. Consiste en llevar un seguimiento del estado de la dentadura del paciente, adelantándose a los problemas y enfermedades, y resolviéndolos antes de que aparezcan o se desarrollen.
Su principal instrumento de actuación son las visitas periódicas que realizamos al dentista cada 6 meses o, como mínimo, una vez al año. Con estas visitas el dentista comprueba que nuestros dientes están sanos y fuertes, y nos proporciona consejos y orientaciones para que continúe siendo así.
Con la odontología preventiva el rol del paciente cambia. Pasa a ocupar un papel activo, en lugar de ser un mero sujeto pasivo que se somete a un tratamiento. Digamos que el dentista y el paciente forman un equipo que trabaja de manera conjunta para cuidar la boca del sujeto. El objeto de esta especialidad es preservar la salud, y no tanto curar la enfermedad.
Endodoncia.
La endodoncia está en el campo de la odontología conservadora. Es decir, la que pretende curar las enfermedades intentando preservar las piezas dentales originales.
La revista Endodoncia, editada por la Asociación Española de Endodoncia (AEDE) define esta especialidad como la rama de la odontología que trata las afecciones que afectan a la pulpa dental y a los tejidos reticulares.
La pulpa es la parte interna de los dientes que alberga las terminaciones nerviosas y los vasos capilares que aportan el calcio, el flúor y los nutrientes necesarios para conseguir que los dientes continúen sanos y fuertes.
Cuando una caries perfora la mayor parte del diente e infecta la pulpa, es cuando sentimos ese insufrible dolor de muelas. El tratamiento de endodoncia consiste en limpiar la zona infectada, extraer la pulpa dañada y sellar el conducto reticular para poder recomponer el diente. Es lo que llamamos de una manera coloquial “matar el nervio”.
A partir de ahí, el dentista realiza obturaciones o empastes para devolverle la forma y la funcionalidad al diente dañado. Estos son algunos de los tratamientos que más se realizan en las clínicas dentales.
Estética dental.
Esta es una de las ramas de la odontología que más popularidad está alcanzando. Está más orientada a la apariencia de la dentadura que a la salud en sí misma. Algunas de las anomalías que trata, como los diastemas, apertura pronunciada entre los incisivos superiores, no afectan a la operatividad de la dentadura. Sin embargo, hace que nuestra dentadura no nos resulte agradable a la vista y que, por tanto, no nos sintamos cómodos con ella.
Los dos tratamientos de estética dental que más se demandan hoy en día son el blanqueamiento dental y la colocación de carillas.
Con el blanqueamiento dental, el paciente puede apreciar como el color de sus dientes se blanquea varios tonos. Obteniendo de esta manera una dentadura más bella y más luminosa.
Las carillas, por otro lado, son finas láminas que se colocan sobre los dientes originales para corregir imperfecciones.
Lo bueno de que los tratamientos de estética dental se apliquen en una clínica, es que aunque busque mejorar la apariencia estética, el dentista siempre vela por preservar la salud de la boca.
Implantología.
La implantología es la rama de la odontología que se encarga de la colocación de implantes dentales y de prótesis fijas. Ya sea colocar una corona (diente artificial), un grupo dental (un puente) o una dentadura completa.
En realidad, los implantes son apósitos clínicos que se introducen en el interior de la encía, que se sueldan de forma natural a la estructura ósea maxilofacial del paciente y que sustituyen, en cierto modo, a la raíz original del diente.
Sin unos implantes bien colocados, la prótesis dental terminaría cayéndose mientras masticamos los alimentos o hablamos.
La implantología es una de las ramas de la odontología que más ha evolucionado en los últimos tiempos. En la actualidad, la mayor parte de los implantes se diseñan y fabrican por ordenador, mediante la tecnología CAD/CAM, lo que hace que sean mucho más eficientes.
Periodoncia.
Esta es la rama de la salud dental que se encarga de tratar las enfermedades en las encías. La placa bacteriana, igual que nos produce caries en los dientes, también puede infectar nuestras encías, primero provocándonos una gingivitis y después evolucionando hacia una periodontitis.
La gingivitis es una inflamación de las encías y una infección del tejido gingival. Uno de los síntomas más habituales es el sangrado de encías al cepillarnos los dientes.
Si la gingivitis no se elimina, la cual se suele realizar mediante una limpieza dental profesional realizada en la clínica, la placa bacteriana puede penetrar hacia el interior de la encía. Infectando la encía por dentro y erosionando el hueso alveolar que sujeta el diente, haciendo, con el tiempo, que este se caiga.
La fundación Sepa, que trabaja con la Asociación Española de Periodoncia, remarca que aproximadamente el 50% de la población europea con edades comprendidas entre los 35 y los 75 años tienen periodontitis y la mayoría de ellos no lo saben.
Esta enfermedad se ha convertido en una preocupación médica que está suscitando investigaciones que van más allá de la salud bucal. Se sabe que cuando la placa bacteriana se introduce dentro de las encías, las bacterias pueden entrar en el torrente sanguíneo, llegando a afectar a la salud cardiovascular.
La ortodoncia.
La ortodoncia es un campo de la salud dental y un conjunto de técnicas que buscan resolver problemas de mal alineamiento entre los dientes y de la mala oclusión entre las arcadas.
Por supuesto, tener los dientes demasiado apiñados, o que algunas piezas dentales hayan emergido de manera incorrecta no embellecen nuestra dentadura. Sin embargo, los problemas que corrige la ortodoncia, más allá de su reflejo estético, tienen consecuencias para la salud.
Estas malas alineaciones dentales favorece la aparición de caries difíciles de tratar. Así como los problemas de mala oclusión dental (mordida abierta, mordida cruzada, sobremordida, etc.) influyen en que la mandíbula se desarrolle de una manera inadecuada, llegando a dañarla con el tiempo.
Algunos tratamientos novedosos de ortodoncia, como la ortodoncia invisible, se han vuelto tremendamente populares en los últimos años.
La odontopediatría.
Esta rama se encarga del cuidado y la atención dental en los niños. Es una especialidad de la odontología bastante específica. Tanto por las propias características de la boca de los infantes (aparición de los dientes de leche y sustitución por la dentadura definitiva), como por las habilidades que requiere tener que tratar con niños.
Hay dos visitas al odontopediatra que son decisivas para un niño. La primera es cuando le empiezan a salir los dientes de leche o antes de que cumplan el primer año. El odontopediatra en esa revisión comprueba que el bebé no presenta ningún problema para que le empiece a salir la dentadura de leche. La segunda visita es a los 3 años de edad. Cuando ya ha formado la dentadura provisional.
Reunir todas estas especialidades en una clínica permite ofrecer una atención dental integral a los pacientes. Las clínicas dentales multidisciplinares son las más valoradas por los usuarios.