El pan pertenece al grupo de los cereales y proporciona una fuente de minerales y vitaminas. Es muy importante incluir este alimento en la dieta porque aporta beneficios para la salud, ya que contiene calcio, magnesio y potasio. La mejor manera de conservar el pan es envolverlo en un trapo de algodón y dejarlo sobre la encimera. No es aconsejable dejarlo dentro de la nevera porque el alimento ya tiene humedad y con esto conseguiremos un pan muy gomoso.
Los expertos aconsejan seis raciones diarias de hidratos de carbono, preferiblemente integrales. Las harinas integrales y ecológicas son saludables y aportan beneficios para el organismo. El pan integral es el que se realiza con el grano entero y aporta vitaminas del grupo B y antioxidantes. También aporta vitamina E y se relaciona con un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
Varios estudios han comprobado que el pan integral evita que el índice glucémico en sangre sea menor y tiene la capacidad de reducir los niveles de colesterol malo (LDL). El consumo regular de pan integral aporta energía y contribuye a la regulación de las funciones intestinales por su alto contenido en fibra. Desde Abc informan que «en este sentido, debemos tener en cuenta la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de ingerir entre 25 y 30 gramos de fibra al día».
Para disfrutar de un pan 100% integral, debemos comprarlo en las panaderías artesanales ecológicas, porque estos expertos utilizan harina de trigo de grano entero o íntegro. Es aconsejable consumir un pan artesanal sin conservantes ni colorantes, porque es más saludable y esponjoso. El pan artesanal es idóneo para las personas que tienen algún tipo de intolerancia porque no contiene conservantes, azúcar o acidulantes.
Para conocer mas ventajas de preparar un pan artesanal sin conservantes nos hemos puesto en contacto con la panadería artesanal ecológica Rincón del Segura y estos expertos nos han explicado que el pan artesanal se elabora con harinas de calidad, contiene menos cantidad de sodio, tiene un aroma intenso, es mucho más saciante y cuenta con menos cantidad de levadura.
En las panaderías ecológicas podemos encontrar un pan fermentado con la técnica de la “masa madre”. Un pan que está fermentado lentamente es esponjoso y al cortarlo no se rompe. Además, hace que desaparezca todos los azúcares, por lo que un diabético puede comer este tipo de pan, ya que los panes elaborados con masa madre tienen un índice glucémico menos elevado.
Los expertos explican que si se congela el pan y se alarga el tiempo de vida, el índice glucémico baja aún más y mejora la digestión. Para guardar el pan en el congelador es importante que este frío y utilizar bolsas herméticas. Un pan con masa madre mejora la digestión, porque contiene mucho ácido láctico, por lo que facilita la absorción de minerales como potasio, magnesio y zinc. Dura más tiempo, pero es importante que los tengamos envueltos en un trapo de algodón.
También contiene vitaminas B1 a B6, B12, vitamina E, hierro, magnesio, calcio, fósforo, zinc y potasio. El pan que está hecho con masa madre contiene menos gluten, aporta minerales, mejora la textura del pan, aporta ácidos grasos, etc. Si tomamos un pan que no ha fermentado, debemos saber que no es saludable porque tiene azúcares y lo tenemos que fermentar en el tubo digestivo.
La masa madre consiste en un leudado que surge de la unión de harina y agua a reposo durante unas ocho horas, sin ninguna levadura añadida. Debemos evitar los panes amarillos y de miga blanca porque son los que se han hecho con prisa, y escoger un pan que tenga un color marrón oscuro y que la miga esté alveolada.
¿El pan engorda?
El pan solo no engorda porque se trata de un alimento que apenas aporta grasa. Pero si se va a consumir en la cena hay que escoger un pan integral y acompañarlo con queso blanco, o una base de canónigos y jamón ibérico. Aunque si estamos a dieta también podemos optar por el pan llamado proteíco porque es saciante y es muy saludable por su bajo contenido en carbohidratos.
Si queremos seguir una dieta saludable, debemos evitar los embutidos y apostar por otros alimentos saludables, como las sardinas, atún, aceite de oliva extra, carnes magras, huevos, quesos frescos, verduras, frutas y hortalizas. Podemos consumir alrededor de unos 250 gramos de pan al día, repartidos en raciones de unos 60 gramos. Pero los deportistas pueden consumir 400 gramos de pan y acompañarlo de pescado o verduras.