¿Conoces las carillas dentales? Seguro que has oído hablar de ella, pues es cierto que cada vez son más habituales los tratamientos de carácter estéticos y en el campo de la odontología sucede esto.
Conscientes de la importancia, lo que hemos hecho es preguntar a los expertos de dentalfit.es sobre este tema para saber más sobre ellas, pero básicamente nos han comentado que son unas láminas pequeñas y finas que se van a fijar en la cara externa del propio diente.
Una solución de carácter estético
Hablamos de que dicho tratamiento al final no es sino una solución de tipo estético que es perfecta para bastantes problemas de salud dental. Por lo general se hacen cuando el paciente tiene dientes que están decolorados, cuenta con espacios entre los dientes, etc.
Este tratamiento permite ganar bastante funcionalidad y simetría en la sonrisa, algo interesante cuando los pacientes tienen sonrisas gingivales, que es cuando uno sonríe se le ven mucho las encías o cuando hay fracturas de índole dental.
Procedimiento
Vamos a detallar de qué forma se produce el procedimiento para la colocación de las carillas dentales paso a paso desde la primera consulta.
Para poder hacer un tratamiento completo y como es debido, debemos tener claro que se tiene que hacer un estudio de carácter fotográfico de la cara, los labios, la sonrisa o de las facciones del paciente, por no hablar de las fotos intraorales para realizar el diseño.
De la misma forma, luego se procede a hacer un diseño de la sonrisa digital mediante un software informático en 3D que muestra los resultados finales que se van a obtener con el tratamiento en cuestión. Se hará una maqueta de la boca desde la que se van a crear las carillas dentales.
Cuando se creen las carillas dentales de forma definitiva por la maqueta bucal, se van a colocar en la cara posterior del propio diente del paciente, de tal forma que va a seguir cada requerimiento técnico dependiendo del material en que esté fabricada.
Hablamos de un procedimiento de gran rapidez y que además va a dar unos resultados de lo más naturales, puesto que se van e elegir las piezas con el color y tamaño que mejor se ajusten al resto de los dientes.
Tipos
Hay varias clases de carillas dentales dependiendo del material con el que se fabrique. De esta manera, podemos hablar de las carillas de composite y porcelana.
Carillas de porcelana
Las de este tipo suelen ser las más normales. Los materiales con los que se van a fabricar son biocompatibles y de gran seguridad.
Estamos ante una solución de lo más adecuada a nivel estético, puesto que se fabricarán a medida para cada uno de los pacientes y siempre tomando como referencia al resto de los dientes en cuanto al tamaño y al color.
En la actualidad hay opciones de lo más variado en los materiales porcelánicos para colocar este tipo de carillas. Un ejemplo lo podemos encontrar en las realizadas de disilicato de litio y también en las feldespáticas. Un par de opciones magníficas, puesto que lo que hacen es garantizar resistencia, transparencia y gran durabilidad.
Carillas de composite
Las de este tipo son las más famosas puesto que son las que se demandan más por el precio y los resultados. Se componen por resinas que tiene partículas de sílice, un material que es biocompatible.
Como hemos dicho antes son una magnífica opción, puesto que va a ser más económicos que los otros tipos y los resultados son de gran calidad, aunque no llega a alcanzar la naturalidad que tienen las carillas realizadas en porcelana.
Piensa que, además, no va a requerir que se haga el pulido previo del diente por parte del paciente. Por otra parte, no se fabrican a la medida, hay varias clases de tonos y se va a elegir la que más se llegue a adaptar al mismo.
Beneficios
Aplicar esta clase de tratamientos es de lo más ventajoso y tiene grandes beneficios para los pacientes, ya que lo que hace es garantizar una estética dental adecuada. Entre los beneficios más importantes podemos hablar de lo siguiente:
Corrección de las imperfecciones, puesto que con ellas se puede llegar a disimular una colocación deficiente de los dientes, las fisuras, los huecos interdentales, el desgaste del esmalte y demás.
Son poco invasivas, porque la colocación es bastante fácil, se hace rápido y no produce dolores, por lo que no afectarán ni al diente ni a las encías. Ahora sí, sabes más sobre ellas, ¿no?